martes, julio 04, 2006

Mú, el Continente perdido

«He oído hablar tanto sobre la Atlántida que me apetecía aportar mi propia versión del tema» HP
Cerrando un gran ciclo el álbum nos lleva al principio de la Historia, a aquellos álbumes en los que a primera vista se ve que Corto es un aventurero. Bajo el signo de Capricornio ya nos adelantaba la intención de Pratt de realizar Mú. Aunque en estos primeros números no se aclara nada respecto a la posición del “continente perdido”. Una previa búsqueda infructuosa que tendrá su fin en Mú donde volvemos a encontrarnos con Tristán Bantam, ahora miembro de la universidad de Cambridge. Rasputín más cómico que nunca y alejado del asesino despiado que fue, Boca Dorada, Steiner, Leví Columbia... Junto a otros personajes nuevos como Dandy–Roll, creado ex profeso para esta historia y como homenaje a Lyman Young, o Tracy Eberhard, prácticamente caída del cielo. Desgraciadamente ya no son los personajes que fueron, ni tan siquiera gráficamente, presentándose ahora mucho más desdibujados y carentes por momentos de la personalidad que les había caracterizado. A la par de una esquematización excesiva de la personalidad de los personajes el dibujo es demasiado iconográfico chocando por momentos con las imágenes del fondo más trabajadas.
El autor de este libro es un Pratt cansado. A primera vista podría parecer incluso falto de ideas, sin embargo creemos que más bien lo que ocurre es que existe un planteamiento previo demasiado ambicioso que no encuentra salida más que en el empleo de fórmulas muy imaginativas llegando por momentos a confundir al lector. Desde luego no es la mejor historia de Corto pero admite e incluso necesita una segunda y tercera lecturas donde los hechos van encontrando poco a poco su razón de ser. Muchas eran las posibilidades que barajaba el autor para finalizar el ciclo de aventuras de Corto. Entre sus muchas ideas pretendía continuar narrando la juventud o bien dibujar la continuación para Las Helvéticas. Otras ideas le venían a la mente como la de realizar una historieta ambientada en Guatemala o hacer partir a corto en busca de una ciudad perdida en Indonesia. Al final ni unas ideas ni las otras pero de alguna manera un poco de todas ellas se mezclan en Mú donde encontramos una fabulosa condensación de elementos fantásticos y oníricos que terminan rallando en la locura. Al fin y al cabo como reza la frase que introduce este apartado Pratt hizo Mú por que le dio la gana, tal vez intuyendo que iba a ser la última historia de Corto y contradiciendo a su vez aquellas palabras en las que un tanto bravuconamente afirmaba dibujar cómics sólo por el dinero. En Mú se da el gustazo de transgredir todas las normas de la lógica aunque manteniendo las propias bases de la narrativa en el cómic.
La publicación de esta historia tuvo dos momentos. La primera parte se publicó en la revista italiana Corto Maltese entre los años 1988 y 1989, comprendiendo las 48 primeras planchas. Que son las, digamos, más racionales. Éstas páginas comienzan con Corto embutido en una escafandra, lo que cierra otro círculo, mucho más personal para Pratt y ajeno a los lectores de esta historia. Nos referimos a que Pratt contaba que uno de los primeros dibujos que recuerda haber hecho en su infancia fue la figura de un buzo. Éstas primeras planchas terminan con una nota que nos advierte que va a comenzar «La más extraña aventura de Corto Maltés». Razón no le falta, no.
El final de la historia se haría esperar hasta el año 1991, pudiendo ver la edición completa realizada por Casterman en el año 1992. En conclusión nos encontramos ante el título en apariencia más pobre de la serie que puede llegar a decepcionar. Pero Pratt es más que nunca consciente de sus lectores y nos quiere imbuir en toda esa fantasía al igual que adormece a sus personajes para que puedan creer cuanto van a vivir, luego hace comer a Corto hongos “mágicos”, al igual que hiciera Carrol con Alicia, mucho menos inocentes que los del País de las Maravillas.

Las Helvéticas

Entre las historias del maltés había dos fábulas. Es muy fácil saber cuál es una de ellas, la otra es Las Helvéticas. Para Hugo Pratt las fábulas sólo se pueden imaginar en colores, por eso se afanó en que esta historia fuera publicada en color, al igual que con Fábula de Venecia. Ésta aventura en color sitúa a Corto en un tranquilo pueblo suizo alejado de las peligrosas aventuras que viviera en aguas del Caribe.
Suiza, punto de encuentro internacional, también era la casa de Pratt en aquella época. Tal como hiciera mientras vivió en Francia (Las Célticas), Pratt hace que Corto recorra los lugares en los que él ha estado, o está, aportando así un especial homenaje a aquellos países que lo acogieron. Éste homenaje a Suiza en Las Helvéticas es más sentido si cabe al menos para el aficionado al cómic ya que es el lugar que Pratt eligió para pasar sus últimos años.
Cuando uno se pone a escribir sobre un país o sus gentes es inevitable caer en algún tópico, para evitar esto Pratt aprovecha la presentación realizada de su puño y letra y nos dice que podría hablar de todo aquello que hace conocida a la pequeña Suiza pero que no lo va a hacer, porque lo que más le interesa no son los relojes de cuco ni el exquisito chocolate, ni siquiera las omnipresentes cumbres heladas, lo que Pratt busca es la esencia del lugar valiéndose para ello de la mitología suiza reflejada aquí a través de la presencia del escritor Hemann Hesse, de origen alemán pero afincado en Suiza por aquellos años.
Las Helvéticas es la gran aventura surrealista de Corto, las leyendas y la mitología suiza se mezclan en los sueños dando pie sin duda a una serie de ricas interpretaciones bajo el prisma del psicoanálisis de corte más freudiano que hace sospechar que Pratt echara mano de La interpretación de los sueños para realizar esta obra, amén de los libros tremendamente oníricos del mismo Hesse.
Como en un sueño la historia se vuelve compleja por momentos llegando a parecer un desfile de nombres y personajes que nosotros como espectadores, de cuanto sueña y vive un tanto indiferenciadamente el marino, no sabríamos decir cuáles son auténticos y cuales sólo un juego de Pratt. Entre los reales encontramos a personajes tales como Tamara de Lempicka, pintora que vivió entre 1.898 y 1.980, el ya citado Hermann Hesse, Wolfram von Eschenbach, Paracelso, Juana de Arco, Wagner, Perceval, Ulrich von Zatzikhoven... e incluso, en el colmo del delirio onírico, King Kong.
Pratt dijo más de una vez que su lector medio era culto e intelectual y si no conocía a estos personajes era lo suficientemente curioso como para descubrirlos y disfrutar con ellos. Realiza así un doble juego, por un lado el homenaje a esos personajes y por otro tiende una amplia red de personajes dispares para atraer la curiosidad del lector, algunos iconos conocidos y otros menos que conducen además a otras categorías artísticas. Son evidentes las referencias literarias, se homenajea al cine clásico, la Historia aparece como una buena fuente de cuentos, la pintura también tiene su lugar con la fugaz aparición de Tamara, la música con Parsifal, y en fin todo el resto de expresiones artísticas que condensa esta pequeña joya en viñetas del noveno arte.
Las Helvéticas vio la luz por primera vez en las páginas de la revista italiana Corto Maltese con el título de “Rosa Alchemica”, compartiendo así título con un libro del poeta irlandés, William Butler Yeats, cuyo volumen aparece en el primer episodio de Los Escorpiones del Desierto. A modo de anécdota decir que el primer editor de Corto en Francia fue Publicness, cuya imprenta se encontraba en la calle Le Peletiere en París, precisamente la misma calle donde vivió el alquimista del libro citado. Para los amantes de lo misterioso decir que el propietario de Publicness se interesaba por la alquimia. Creo que no podemos confundir mejor la realidad con la ficción o ¿es simple casualidad?.
Para la realización de Las Helvéticas Pratt pidió a André Malby, especialista francés en temas de ocultismo y alquimia, que le diese algunas explicaciones sobre estos temas. Malby terminaría por escribir un dossier sobre el ocultismo en Suiza como introducción a la edición del libro. Pratt comentó en cierta ocasión «la alquimia es poesía y en el segundo plano de la alquimia hay una posición poética y también filosófica». En este álbum Pratt dibuja todos los personajes pero los decorados y coches fueron realizados por Guido Fuga. Pratt confesó, en una entrevista a Dominique Petitfaux, lo siguiente:
«He dibujado todos los personajes, y para avanzar le pedí a Fuga que hiciera ciertos decorados. Le di unas postales y le dije: Haz cosas un poco suizas».
Veamos para finalizar un detalle del que quizás alguno de los lectores se haya percatado. En la biblioteca de Hermann Hesse, plancha catorce de la obra, hay varios libros en los que podemos leer sus títulos, pero hay uno que es anacrónico para 1.924, año en que transcurre la historia. Se trata de Silencio de Comès, la maravillosa obra del autor belga.
Publicada en un primer momento como Rosa Alchemica en las páginas de Corto Maltese y posteriormente rebautizada con el título actual Las Helvéticas, esta obra hizo pensar a muchos aficionados en la posibilidad de estar ante el comienzo de una serie de nuevas historias breves como ya ocurriera con las series Las Célticas o Las Etiópicas, de hecho la historia acaba avisándonos de cual será la siguiente, Corto irá a Zurich en busca de una espada mágica. Proyecto que tenía el autor, pero que al igual que en otras numerosas ocasiones nunca olvidó pero no llegó a realizar.

Tango ...Y todo a media luz

Se publica el año 1.985 dentro de la revista italiana Corto Maltese. En Francia pasaría a llamarse Tango. Pratt comentaba que un francés nunca entendería el verdadero título proveniente de un tango de los años veinte que se podía escuchar habitualmente en las casas de citas de Buenos Aires. Una ciudad que Pratt retrata en su mejor momento, la noche. La mayor parte de la historia se desarrolla en un ambiente nocturno acorde a lo que nos cuenta, además el maestro de Malamocco realiza con este título un cálido homenaje a la capital de Argentina, ciudad de gran importancia para el autor ya fuera en el plano personal como en el profesional, donde dejó a grandes amigos que nunca olvidó, uno de los que más le marcó fue Oesterheld desaparecido en la dictadura militar argentina.
En Buenos Aires Pratt decía que hay que vivir la noche, una noche en la que la ciudad porteña se muestra en todo su esplendor a la media luz de sus dos lunas. Y Tango le sirve a Pratt también para hablarnos de otra de sus pasiones, la música. En su juventud Pratt tocó en numerosos locales de Argentina para sacarse un dinero y tomar unas copas. Amante del Jazz y del Tango nos regala en esta historia con una serie de planchas donde logra transmitir el ritmo de la música porteña.
Corre el año 1923, a pesar de que se referencia mucho a los años 1905 y 1906 en los que Corto y Rasputín estuvieron enArgentina. Exactamente estuvieron cerca de Cholila en la Patagonia, donde conocieron a Sundance Kid y a Etta Place, tras lo que volvieron a partir en busca de Las Minas del Rey Salomón, pero eso es otra historia. Es una pena que no hayamos podido disfrutar de todos los proyectos que tenía Hugo en mente y que iban a contar éstas aventuras que hoy por hoy sólo podemos imaginar, esperemos que en algún momento haya una continuación de las aventuras de Corto tal y como ha comentado en alguna ocasión Patricia Zanotti. Esto que hemos contado sobre el marco de la aventura es importante porque Pratt realizó Tango con la idea de formar un continuo con las aventura de Corto y Rasputín en la Patagonia.
Curiosamente la protagonista de Tango es Louise Brookszowyc, a pesar de no aparecer en ningún momento. Louise había partido hacia Argentina tal como dijo en Fábula de Venecia para trabajar en la Warsavia o Varsovia. Una sociedad fundada por un anarquista polaco judío, Noé Trauman, en 1.906. En 1.923 la sociedad se dedica a la explotación de prostitutas provenientes de Europa Central. Corto acude a Buenos Aires desconocedor de en qué anda metida su amiga en respuesta a una misiva urgente de Louise. Ejerciendo casi de investigador privado va preguntando a los amigos de sus amigos, como en una novela negra, hasta descubrir que Louise está muerta. Frente a la muerte de un amigo Corto se transforma en un personaje tenaz y vengativo. Toda una actitud romántica en un álbum en el que Esmeralda y Corto mantienen una breve conversación sobre el maltés y las mujeres, extracto de la edición Argentina:
Esmeralda: Corto... Sacame una duda... ¿estuviste enamorado alguna vez?... Si así fue... ¿de quién?Corto Maltés: Sí... fue hace mucho tiempo. Buenas noches, Esmeralda.Esmeralda: No me dijiste quién es...Corto Maltés: Su nombre no te diría nada. Hasta pronto, Esmeralda.
Diálogo genial en su totalidad lleno de romanticismo, añoranza por el pasado y de las personas que lo poblaron. Pero siempre hay un futuro y, a partir de la muerte de su amiga, Corto se centra en localizar a la hija de Louise de la que se hará cargo Esmeralda mientras el marino continúa averiguando quién mató a Louise. A modo de anécdota cabe mencionar aquí que Manía, la hija de Louise, será la madre de Valentina, el personaje creado por Crepax. Un pequeño juego entre los autores pues no olvidemos que Corto aparece en historias de Valentina. Mediante Manía, Pratt recoge el homenaje brindado por Crepax y aporta un origen para Valentina. Otro protagonista de esta aventura es el problema que acucía Argentina sobre los latifundios y su propiedad.
Ya se ha comentado que Louise Brookszwyc toma el físico de Louise Brooks. Pratt conoció a Brooks en los Estados Unidos en un viaje que realizó junto a un equipo de la R.A.I. Hugo Pratt fue hasta la casa de la actriz en Rochester, estado de Nueva York, donde había pocos libros pero entre ellos se encontraba un ejemplar de Fábula de Venecia enviado por Guido Crepax como agradecimiento a la actriz por haber prestado su físico a Valentina.
Por último decir que en Le colectionneur de bandes dessinées Dominique Petitffaux escribió que la estación de Borges se llamaba así en homenaje a Jorge Luis Borges, pero esto no es cierto. La estación de Borges existe, es real, aunque por otro lado es indudable la influencia literaria de Borges en la obra de Pratt. La literatura de Borges está llena de referencias esotéricas además de mezclar como nadie personajes reales y ficticios. ¿A qué les recuerda esto?. Pratt siempre estuvo impregnado por Borges pero en Tango Corto coge un libro del escritor argentino Leopoldo Lugones, en lo que sí que es un homenaje claro, de hecho el propio Borges siempre trató a Lugones como su maestro.

La Casa Dorada de Samarkanda

Antes de publicar La Juventud de Corto Maltés en el diario Le Matin Pratt empezó a publicar en la revista Linus la historia titulada La Casa Dorada de Samarkanda.
Todo esto ocurría allá por 1980, la historia quedó inacabada y no encontró su final hasta cinco años más tarde. Se puede decir que es la historieta que más tardó en publicarse desde la aparición de las primeras planchas hasta las últimas. Este salto en el tiempo vino motivado al no poder moderar Pratt sus ganas de realizar algún episodio sobre la juventud de Corto. El proyecto de realizar La Juventud de Corto Maltés se convirtió poco a poco en una realidad que como se dice arriba terminaría por ser publicada en un periódico. A pesar de tener en mente la posibilidad de compaginar la realización de ambas historias Pratt tuvo que centrarse más en una de ellas en detrimento momentáneo de la otra, hay que tener en cuenta que al mismo tiempo estaba en proceso otra de sus grandes obras, Los Escorpiones del Desierto.
Como siempre Pratt nos sorprende, lo que para un dibujante “normal” supondría una gran inversión de horas y esfuerzo necesarios, pasa para Hugo a segundo plano tan rápidamente como grande había sido su interés por realizar La Juventud y se marcha a viajar por África dejando abandonada temporalmente la historia que nos ocupa. Muchos aficionados por aquella época pensamos que el autor había abandonado a Corto Maltés para cambiarlo por un joven Corto, en España La casa dorada de Samarkanda empezó a publicarse en la revista Tótem y sin ningún aviso se cesó su publicación.
La casualidad quiso que una edición con tantos baches como la de este libro tuviera además otras particularidades. Pratt dibujaba por tiras, si cogemos una plancha de Corto vemos que la componen cuatro tiras, compuestas a su vez de entre 1 a 3 viñetas. Pues bien, en la edición francesa del álbum (1.986), alguien olvidó de colocar dos tiras en la plancha 13 lo que obligó a agrandar la última viñeta del álbum para que encajase la historia. Un error lo tiene cualquiera, la primera edición completa española fue publicada a través de los fascículos que se entregaban en la revista Corto Maltés donde se respeta el original.
Se puede decir que esta historia es grande en todos los sentidos. Compuesta de un total de 139 planchas nos lleva de la mano desde Rodas hasta Pakistán narrando un año en la vida de Corto. Una obra magistral que se hizo esperar. ¿De dónde parte la idea de realizar una historia así? De nuevo de Jean Mabire, amigo de Pratt e historiador, como hemos comentado antes fue responsable, en parte, de la creación de Corto Maltés en Siberia. Jean esta vez estaba fascinado con el personaje de Enver Pachá, o si se prefiere Enver Bey, al igual que lo estuviera anteriormente con Ungern-Sternberg. Tal era su interés por el personaje que pretendía escribir todo un libro sobre él. En las conversaciones mantenidas con Pratt logró transmitirle su fascinación por el personaje y el maestro de Malamocco inició por su cuenta investigaciones sobre Ever Pachá impregnado también de la misma fascinación que sintiera su amigo.
En un festival de Angoulême Pratt obtuvo mucha información de un periodista turco que completó gracias a la comunidad armenia de Venecia. Siguiendo los pasos que ya hiciera con Ungern-Sternberg dio el primer paso para realizar ésta fantástica historia mediante una intensa búsqueda bibliográfica donde tuvo un papel principal el libro del escritor americano Frederic Prokosch The Asiatics, un completo registro sobre filosofía oriental, viajes, drogas y la relación Oriente-Occidente. Nueva vuelta de tuerca de Pratt para mostrarnos la convivencia y admiración mutua de dos culturas diferentes, una joven musulmana pregunta por Nueva York, soñando seguramente con una tierra misteriosa y exótica, mientras que por otro lado Corto y Rasputín sueñan a su vez por medio de drogas orientales.
Tal vez el hecho de haber realizado casi a la vez La Juventud hizo que Pratt se replanteara capítulos del origen de Corto o al menos aportara nuevos datos sobre su biografía. De todos es sabido a estas alturas quién fue la madre de Corto Maltés, lo que se nos cuenta en este título es que “la niña de Gibraltar” advirtió a Corto sobre el peligro de encontrarse con su doble. Pratt jugando con el lector y con sus propios personajes se saca de la manga un doble de Corto. Girando la historia sobre sí misma todo comienza con la predicción de una vidente llamada, no podía ser de otro modo, Casandra. Personaje de las tragedias de la antigüedad clásica que sólo predecía desgracias para su tierra de Troya, como se recoge en La Eneida y en Las Troyanas. En esta ocasión no augura mejores nuevas pero sí todos los acontecimientos que terminarán por cumplirse como en esas películas de los años sesenta que comenzaban por el final mientras una voz en off empezaba a relatar la historia previa.
Ya metidos en el argumento de la historia podemos definir dos objetivos claros. Uno es salvar a Rasputín, el otro, cómo no, es encontrar un tesoro. Premio final que nunca llega, al menos cuando está Rasputín de por medio, pero que sirve a Corto para salvaguardar su orgullo de pirata y no decir así que el verdadero motivo que le lleva a arriesgar su vida es el de salvar a un amigo. Rasputín y su extraña habilidad para meterse en líos le habían llevado a formar parte de ese club selecto de habitantes de "La Casa Dorada de Samarkanda", una prisión casi legendaria de la que nadie salía con vida.
Así se va formando un triángulo en el que dos vértices son físicamente iguales, Corto y Chevket, el tercer vértice es para Rasputín quién sirve de puente y a la vez obstáculo entre los otros vértices. Rasputín mantiene con Chevket unos diálogos realmente memorables y, conocedor de la profecía de la madre de Corto, evita que su amigo el Maltés se encuentre con su doble. Como dice Raspa: «Corto, un día te mataré». Y en ésta aventura lo consigue, en parte.
Una gran aventura conlleva la aparición de grandes personajes. Quién podría imaginarse encontrar de nuevo a Veneciana Stevenson en Turquía tan alejada de Sudamérica o de la ciudad del Lido, pero la sorpresa no es su aparición sino su estado de buena esperanza. Se muestra ahora como un personaje diferente al que conocíamos. Veneciana está enamorada de Corto pero también del tesoro, muestra ahora un carácter mucho más estable y maduro optando finalmente por ceder en sus pretensiones aventureras. En la vida real Veneciana era Mariolina Pasqualini, colorista de Pratt y posteriormente mujer de Guido Fuga, no es difícil imaginar que la Veneciana de ésta obra es más parecida a Mariolina que la Veneciana sanguinaria de «La conga de las bananas».
También volvemos a encontrarnos con Sorrentino, que como buen militar está donde le mandan. No faltan tampoco homenajes a dos autores admirados por Pratt. De un lado Kipling de quien se referencia su relato Wee Willie Winkie e implícitamente The Man who would be king. Por otro lado se cita a Trelawny, quien supuestamente había escondido en Rodas las “memorias” griegas, manuscrito original de Lord byron y gran tesoro para los aficionados a las letras.
El protagonista de la aventura para nosotros es una vez más Rasputín, que hasta encuentra una sobrina, ficticia naturalmente, lo que llegó a promover la realización de alguna tesis sobre la aparición de una niña Armenia en una historia que gira en torno a la figura de Enver Pachá, unos de los organizadores del genocidio de los Armenios a manos de los Turcos. Pero también aparece otra niña Turca a la que Corto le da una fruta, esto hace pensar en que el autor no fue tan lejos como para meterse en conflictos políticos entre Armenios y Turcos. Para los curiosos podemos decirles “La Casa Dorada” del título era el nombre de un bar de Buenos Aires donde Pratt pasó muy buenos ratos, en cambio en la historia es el nombre de una cárcel, hagan sus conclusiones.

Fábula de Venecia

Fábula de Venecia aparece en 1.977 en L´Europeo. Es la primera historia de Pratt que se edita en una publicación no destinada a los tebeos siendo L´Europeo un semanario italiano sobre política y cultura.
Ésta historia siempre me ha recordado a una obra de teatro, la fábula está estructurada en cuatro actos unidos de manera magistral. Se observa cómo en en los diferentes actos aparecen los personajes que primero se presentan, después actúan y al final regresan a escena para saludar al público como ocurre en una obra de teatro.
Pero además es una Fábula, por eso el original apareció en color, Pratt siempre decía que las fábulas eran en colores.El otro título de la obra es Sirat Al Bunduqiyyah. Para conocimiento de todos Bunduqi en árabe significa violencia además de Venecia, el nombre proviene de la época en que Venecia era una ciudad muy beligerante con los árabes.
Nunca he sabido que me gustó más de Fábula de Venecia, si el tebeo en sí o la introducción de Pratt cuando habla de su abuela y los lugares mágicos de Venecia. La obra siempre se ha considerado, reconocido por el autor, como un homenaje a la ciudad de Venecia. Todos sabemos que Hugo Pratt nació en Rimini al igual que su amigo Fellini, pero Hugo por casualidad sólo permaneció en esta ciudad hasta una semana después de nacer. Siempre se consideró veneciano pues allí tenía su casa. En cierta ocasión comentó que le hubiera gustado homenajear a la ciudad que le vio nacer, pero no podía porque le faltaba algo: no era mágica. Rimini aun siendo la cuna de Fellini no daba para tanto pero siempre nos quedará Venecia.
Entrando en el meollo de Fábula de Venecia nos encontramos con que Pratt quiere acercarse a los masones. Siempre decía que los masones eran seres tristes que no entendían la ironía, en cambio es una agrupación en la que sus miembros se ayudan de una forma muy especial, son ante todos leales entre sí y a la organización. Grandes personajes históricos han sido masones, entre ellos muchos de los Presidentes Estadounidenses. Pratt nunca tuvo una protesta formal ni informal por parte de las agrupaciones masónicas y cuando pidió ayuda para no decir tonterías de los masones, no la recibió.
Otro grupo que refleja la obra es el de los fascistas, recordemos que el abuelo de Hugo Pratt fundó la “Serenísima”, una agrupación fascista a la que pertenecieron todos los tíos de Hugo excepto uno, el garbanzo negro de la familia, debe haber uno en todas y la del dibujante no iba a ser menos, que curiosamente era marino y para más señas anarquista, ¿no será ése el auténtico Corto?. De ese tío no querían hablarle en su niñez, un marino rebelde, anarquista y olvidado de todas sus raíces (También se aprecian aquí ecos a la historia de "El Monje").
En la época en que discurre La Fábula comenzaba el fascismo en Italia, cuyo máximo exponente sería Mussolini años más tarde. La historia empieza con Corto perseguido por un grupo de jóvenes fascistas que aman y practican la violencia al igual que otros amamos la Cultura e intentamos practicarla. Corto salva el cuello entrando, o mejor cayendo, en medio de una reunión masónica. La mezcla de realidad y lo mito ha acompañado siempre al fascismo al igual que ocurre en esta obra donde las leyendas se adueñan de la narración con la búsqueda de la “Clavícula de Salomón”.
Calles repletas de fórmulas mágicas y piedras preciosas, recorridas por un Corto que intenta mantenerse en el registro de la realidad buscando una gran esmeralda, menos mal que no se enteró Rasputín porque hubiera roto el encanto centrándose en adquirir la joya. Hitler buscó el Santo Grial al igual que Mussolini buscaba la loba de la cual mamaron los fundadores del Imperio Romano, Rómulo y Remo. Una eterna búsqueda de lo divino por parte de grandes dictadores, que nunca tuvieron suficiente con el mundo terrenal ,al sentirse por encima del resto, para pretender poder más allá del terrenal anhelando la vida eterna, la fuente de la juventud, etc., Ineludible pensar en la cercanía entre la locura y éstas ansias de poder esotérico. Pero en Venecia esto es posible al ser la ciudad más misteriosa del mundo donde lo esotérico tiene su espacio y su manifestación como se justifica en las páginas de Fábula en Venecia.
Entre el reparto encontramos a Louise Brookszowyc, quien físicamente es la actriz americana Louise Brooks, musa a su vez del genial Guido Crepax en su mejor y más completa obra, Valentina. Otro gran personaje es Hipatia, figura que desde siempre atrajo a Pratt tras haber leído en su infancia la novela de Charles Kingsley, Hypatia. Hipatia es la reencarnación de la directora de la Biblioteca de Alejandría, aquella donde se guardaba todo el saber humano de la época. Pratt y los libros se adoraban mutuamente, y éste tipo de detalles en el guión dan fe de ello. Hugo, en más de una ocasión, comparaba cómo los Mongoles, bárbaros por antonomasia, mataban, violaban y destruían todo excepto las bibliotecas o cómo los árabes también las respetaban. En cambio, en aquellos tiempos la iglesia católica tenía la dichosa costumbre de quemar todo aquello que no estuviera escrito bajo su prisma, curiosamente obró igual la alemania nazi. ¿Puede haber alguien más salvaje que el que quema libros?, bueno siempre hay alguna excepción. Perdonamos al inspector Carvalho por la libertad literaria que se toma Manuel Vázquez Montalbán.

Corto Maltes en Siberia

Ya conocemos que Pratt tenía sus colaboradores, principalmente de cara a realizar decorados o maquinaria, ocupándose él por completo del resto de la obra. De entre esos colaboradores que aportaron su parte al dibujo destacan dos nombres. Lele Vianello, dibujante italiano que tuvo cierto peso en historias como Cato zulú y que logra adoptar un estilo bastante fusional con respecto a Pratt pero con diferencias que saltan a la vista. El otro gran colaborador es Guido Fuga. Este arquitecto reconvertido en dibujante conoce a Pratt en el festival de Lucca. En medio del barullo propio de todo festival un grupo de dibujantes preguntaron a Pratt porqué Corto no había ido nunca al país natal de Rasputín. Pratt, en broma, contestó que lo único interesante de ese país es Siberia y que un cómic sobre Siberia sin trenes ni era cómic ni era nada. Guido no se quedó callado, "amigo yo te dibujo los trenes". Y de esta feliz e inesperada unión paso Guid Fuga a formar parte del equipo de Pratt, y habría que añadir incluso que fue una parte importantísima que retrató con un realismo espectacular todo tipo de medios de transporte como trenes, automóviles y aviones. Visto el magnífico trabajo realizado Pratt presentaba siempre a Guido como "el dibujante de trenes de Corto Maltés en Siberia" reconocimiento que no hizo con Vianello de cuyas colaboraciones poco se supo hasta la muerte del maestro.
Tras realizar los veinte episodios publicados en Pif, Pratt se interesó por el barón Von Urgern-Sternberg a partir de la lectura de la enciclopedia militar inglesa. Descubió así que Ungern-Sternberg fue rey de Mongolia durante algún tiempo. A la curiosidad por este personaje se unió el interés por conocer el entramado de las sectas secretas chinas y el funcionamiento de la armada imperial rusa. Todo este interés nace de la amistad de Pratt con Jean Mabire, autor del libro Ungern el barón loco, volumen que ayudó mucho a Hugo en la elaboración de la aventura en Siberia.
Con los espléndidos trenes de Guido sombreados por Pratt, sin duda los mejores trenes de toda la Historia del cómic comenzó a realizarse una de las mejores aventuras largas de Corto Maltés. Una historia que quizás sea la que más personajes reales presente. Además del barón encontramos a Koltchak, quien recuperó el oro del Zar, Sémenov, jefe de los cosacos del Baikal, Jack Tippit, personaje que toma prestada apariencia y nombre de un amigo de Hugo Pratt que fue coronel del ejercito del aire americano y que posteriormente llegó a presidente de la National Carttonist Association.
Hugo Pratt empleó ni más ni menos que tres años y medio en realizar las 99 planchas de que se compone la aventura, aunque es cierto que realizó simultáneamente otras historias del ciclo Los Escorpiones del Desierto. A partir de esos momentos la productividad del maestro desciende para empezar a tomarse el trabajo con cierta calma.
Curiosamente Corto Maltés no fue reconocido en Italia hasta después de su edición francesa en Pif. Corto Maltés en Siberia empezó a publicarse en Italia en las páginas de Linus justo en el momento en el que el personaje iba ganando fuerza dentro del país de origen de su autor. El título original de la aventura es Corte sconta detta arcana, nombre de un patio de Venecia que existía en la juventud del autor. En este álbum asistimos al retorno del amigo Rasputín, cuando se preguntó a Pratt porqué volvía a utilizar a “Raspa” contestó: «Rasputín es necesario para Corto. Corto jamás habría aplastado la cabeza del chino contra el tren como lo hizo Rasputín». Una anécdota muy curiosa es que los ladrones de Venecia enviaron vino a Pratt en nombre de Rasputín, y en cierta ocasión en la Plaza de San Marcos de Venecia un ladrón se acercó a Hugo para preguntarle si le había gustado el vino de Rasputín, un homenaje de los ladrones para un Rasputín que habla del robo como de un arte.
El mismo Rasputín acabará por robar a Corto Maltés un pequeño Gauguin de su vivienda en Hong- Kong, por cierto es la primera y última vez en la que veremos a Corto en su propio domicilio.. Todo a causa de haber perdido mucho dinero y sentimiento, si lo tiene, en el asunto del tren del oro. Al fin y al cabo puede justificarse de robar a Corto como compensación a sus pérdidas.
Hablando sobre los protagonistas Pratt nos cuenta que Corto es una persona inmoral. Es decir, Conoce donde se encuentra la moral y en numerosas ocasiones va contra ella. En cambio Rasputín es una persona amoral, es decir, ni siquiera conoce la existencia de la moral y por ende tampoco el remordimiento. En La Casa Dorada de Samarkanda una niña armenia le preguntará al marino si Rasputín es malo, Corto contesta que sí lo es pero que él no lo sabe. La relación entre ambos personajes es muy especial y el uso que hace el autor de los dos personajes absolutamente magistral, utilizando a uno o al otro de forma perfecta en la trama de la historia.

Las Etiópicas

Siguiendo con las historias unitarias Pratt realiza Las Etiópicas con un total de 4 cómics ambientados en África y muestran a un Corto en continua búsqueda de sí mismo y testigo de cuanto acontece a su alrededor.
El título de esta obra se basa en Heliodoro D’Emese y su libro Théagène et Chariclée también titulado Ethiopique. Corto Maltés deja el tiempo lluvioso del norte de Europa para pasar a una tierra donde el sol no deja pasar las nubes, el desierto del Yémen. Las Etiópicas es uno de los álbumes que junto al ciclo Los Escorpiones del Desierto y Ana de la jungla recuperan en parte las vivencias de Pratt en su estancia en Etiopía.
Pratt vuelve a dibujar los camellos que dibujaba de pequeño, esos que de tanto hacerlos le salían al tratar de dibujar caballos. Junto a Corto vemos a Cush, el guerrero Beni Amer que rivaliza con el maltés en protagonismo y se constituye en representante del pueblo africano.
Una vez más Hugo Pratt nos lleva de la mano por la Historia y la Literatura. Si en cada aventura hay un referente literario más o menos claro en ésta sin duda son las poesías de Rimbaud, que lee Bradt mientras que el resto de soldados británicos leen a Kipling. Pratt y Corto leerán a ambos escritores aunque Pratt prefiera a Rimbaud como se puede determinar según lo que cuenta Platteau de las invetigaciones sobre Rimbaud en las que tomó parte el Maestro de Malamocco durante su estancia en Etiopía.
El ciclo africano comienza con el episodio titulado «En Nombre de Alá compasivo y misericordioso». Corto conoce a Cush, quien pasará a ser uno de los mejores amigos de Corto. Cush es un tipo de difícil carácter, educado en una cultura muy diferente a la nuestra pero de la que Pratt se empapó siendo un adolescente. Todo ese saber nacido de la experiencia se refleja en el excelente retrato del guerrero Beni Amer. De hecho en África a Pratt los aficionados de Angola y Etiopía no le pedían que les dibujara un Corto, como era habitual en el resto del mundo, sino que querían en las dedicatorias un dibujo de Cush.
La segunda historia nos retrotrae a lo contado en Las Célticas, en una de esas aventuras muy del gusto del Pratt en la que uno de los personajes actúa de narrador de otra historia. Éste recurso narrativo permite abrir el abanico de historias centradas en la figura de Corto Maltés hacia la vida de personajes secundarios, por llamarlos de alguna manera porque en este tipo de historias pasan a ser narradores y protagonistas dejando a Corto en segundo plano. Un tipo de historia que no nos es ajeno si recordamos por ejemplo «En la laguna de los hermosos sueños». Un poema de Rimbaud nos adentra en un espejismo de lluvia irlandesa mientras los personajes se encuentran en un lugar desértico, plagado de escorpiones y de militares británicos. La historia termina con «El último disparo».
En «De otros Romeos y de otras Julietas» nos encontramos con un Corto y un Cush individualistas que miran por su vida antes que por la del prójimo, los dos actúan de la misma manera y sienten culpa por ello. Aparece Lord Nadie personaje de Ana de la Jungla y Shamaël que también será utilizado por Pratt en Al Oeste del Edén. La última historia nos da a conocer a los hombres leopardo, una especie de Interpol africana. Acompañando las palabras de Pratt "antes de crear un nuevo personaje prefiero utilizar uno que ya exista" volvemos a encontrarnos con otros personajes de Ana de la jungla, en este caso Tenton y McGregor. Haciendo así una relación entre lo que se conoce como su primera obra completa y sus aventuras más famosas. Terminan aquí las aventuras africanas de Corto que tienen su complemento perfecto con esa otra gran obra que es Los escorpiones del desierto.

Las Célticas

Las Célticas engloba un total de seis historias en las que Corto vuelve a una Europa sumida en la Primera Guerra Mundial. Éstas historias sirven de transición tanto en la vida del pirata simpático como en la obra de Pratt, que se va poblando poco a poco de mayores elementos imaginarios. Corto llega desde el continente americano a Venecia para despúes trasladarse a diferentes lugares de la Europa en Guerra.
Para no tener una ruptura temática importante con respecto a las anteriores aventuras (ya que éstas aventuras también vieron la luz dentro de la revista Pif Gadget) y mantener cierta línea de continuidad, Pratt decide realizar una historia que, si bien se desarrolla en Venecia, nos sigue manteniendo en el hilo argumental dejado en el anterior ciclo sudamericano.
La primera historia, «El Ángel de la ventana de Oriente», nos presenta a Corto en Venecia buscando información sobre “El Dorado”. La única información que obtendrá proviene de un mapa tatuado en la piel de un monje. Dado que la acción transcurre en la ciudad predilecta de Pratt éste aprovecha para mostrarnos levemente los lugares en los que vivió de pequeño, no olvidemos que el autor tenía su residencia oficial en Malamocco. Es la primera vez que Pratt rinde homenaje a la ciudad de los canales. Posteriormente lo volverá hacer en Fábula de Venecia y en Los Escorpiones del Desierto, lugar escogido por Pratt para disolver a los integrantes de este grupo especial. Otro enlace más con respecto al ciclo de Sudamérica se da tras la aparición de Veneciana Stevenson, nada angelical, en busca también de un tesoro imposible de encontrar.
La segunda historia, «Bajo la bandera del oro», nos cuenta la guerra desde la perspectiva de unos hombres inteligentes que siendo de diferentes nacionalidades “luchan” por un bien común, el suyo propio, ignorando los conflictos a los que se han visto sometidos por terceros. Hábilmente dirigidos por Corto Maltés un grupo de militares de diversa procedencia se unen para conseguir el oro de Nikita, Rey de Montenegro. Entre los participantes de este golpe maestro nos encontraremos con un joven E. Hemingway, llamado en la historia Hernestway, que conduce una ambulancia. También aparece Onassis, como Onatis, que ayuda con el transporte por mar y con su parte del oro piensa en comprarse una flota de petroleros. De nuevo Pratt nos cuenta el sinsentido de la guerra a través de unos personajes que la viven de lleno pero que pasan literalmente de ella. Además ésta historia es importante porque nos justifica el posterior modo de vida de Corto Maltés a quién, por primera y única vez, veremos conseguir un tesoro real y no una quimera como tantas otras veces.
Tras conseguir el oro Corto acude a Irlanda en la magnífica, la mejor historia de éste álbum y una de las mejores del conjunto de la obra, «Concierto en Do menor para arpa y nitroglicerina». Aunque el título debería haber sido, tal como lo pensó pratt, «Concierto en O menor...» en referencia a la letra inicial de gran parte de los apellidos irlandeses. Corto llega a Irlanda tras enterarse de la muerte de Patt Finnucan, revolucionario irlandés y amigo suyo. A pesar de su nacionalidad inglesa, de la que se vale cuando quiere, Corto no dudará en vengar a su amigo volando una oficina policial inglesa. Un lado vengador más propio del teniente Koïnsky, que también veremos en otras aventuras como Tango, aunque no es lo habitual. En esta historia se reflejan el heroísmo y el patriotismo que inundan las frías calles de Irlanda. El viento pone la música acompañando la triste canción de Banshee al pasar por entre los huesos del esqueleto con forma de arpa de una ballena varada. Existe en esta obra también un homenaje al escritor W. Yeats. En definitiva nos encontramos ante un cómic lleno de melancolía con algunas de las mejores viñetas dibujadas por Pratt.
Con el título «Sueño de una mañana de invierno» comienza un pequeño cuento homenaje a Shakespeare y a la mitología británica. Corto comienza a convertirse en el soñador de Las Helvéticas. El hecho de formar parte de un conjunto de historias más “realistas” no permite al personaje alcanzar esa forma, incluso gráficamente, más etérea de sus últimas aventuras pero es un buen anuncio de lo que vendrá. Aquí Pratt coloca a Corto como personaje secundario al servicio de una tropa de personajes mitológicos al mando de Oberón. Junto a él aparecen Merlín, Morgana y Puck. Las leyendas Artúricas, la obra de Shakespeare Sueño de una noche de Verano, mezclado a las historias fantásticas que le contara su padre a Corto, en el escaso tiempo que pasaron juntos, configuran en la mente del maltés, al quedarse dormido en un lugar mágico junto a las piedras de Stonehenge, un sueño en el que los mitos bretones luchan por sobrevivir frente a la invasión alemana en las costas inglesas y lo que traen detrás: sus duendes y sus mitos propios. Corto se hace cargo de la defensa de estos seres míticos empuñando el timón de un remolcador, de nombre Excalibur, contra la amenaza alemana. El Maltés se nos aparece así como un nuevo Rey Arturo que en Las Helvéticas llegará a ser un nuevo Parsifal tras alcanzar el Grial.
« Vino de Borgoña y rosas de picardía» es la siguiente historia. Pratt nos presenta aquí los últimos momentos de Manfred Von Richtoffen “el Barón Rojo”, aportando su particular visión del fin de este legendario personaje. Además se nos muestra a este mítico piloto como un personaje bastante inmaduro que vuela por placer y para continuar la curiosa colección de placas de aviones derribados que sigue su madre, con quién Manfred está muy unido. El título es ya bastante explicativo, el vino de Borgoña será la causa de la muerte del Barón y las rosas son las que ponía Manfred Von Richtoffen en los aviones que abatía, un curioso gesto propio de la que se llamó la última guerra entre caballeros.
Finaliza él álbum con esa historia que tiene a la locura como protagonista. «En el tinglado de la antigua farsa», espías que hipnotizan mediante la voz, actores enanos que pierden la cabeza y un personaje quijotescamente trastornado son los ingredientes de esta historia en la que Corto se entera de la boda de Pandora a través de Caín.

Siempre un poco más lejos

La segunda parte de lo que podríamos llamar el ciclo de aventuras sudamericanas se recoge dentro del título Siempre un poco más lejos. Compuesto por un total de cinco historias cortas. Corto había perdido la memoria por culpa de una gaviota pero la recupera tras comer unos hongos “mágicos” que le hacen penetrar junto a Steiner, cocinero del alucinógeno manjar, en un profundo sueño donde conocen a Pierre La Rein, personaje que utilizará un truco frente a los indios brasileños para que lo maten antes de ser comido. Esta historia está basada en una un relato de Jack London, e incluso en otra historia del propio Pratt, concretamente en «La Fuga», un episodio de Ernie Pike.
La conga de las bananas», título del segundo episodio, es una aventura llena de acción donde los disparos vienen de todos lados y Corto, como siempre, está en medio. A destacar de este título la aparición de Esmeralda y de Veneciana Stevenson. La siguiente aventura, «Vudú por el presidente», es una historia extraña donde los muertos juzgan a los vivos. En el banquillo de los acusados se sienta en esta ocasión Soledad Lockhart a quien ya conoce Corto, aunque él no lo recuerda, de cuando se llamaba John Smith. Un país como Brasil alberga muchas historias, más es así en una época en el que el mundo se bate en guerra. En este marco bélico llegamos a una historia extraña donde los muertos vivientes y la magia negra dan paso a una historia de amor en la que un hombre, un militar desertor, opta por morir frente a «La laguna de los hermosos sueños» en uno de los mejores relatos cortos de ésta etapa. Pratt ya se nos presenta como un gran retratista de la figura humana con ecos humanistas de Saint-Exupéry.
Llegamos al final con «Abuelos y leyendas», un claro manifiesto sobre el respeto a las costumbres de culturas muy diferentes. En esta aventura Corto parte en busca del nieto mestizo de un famoso médico occidental y de un chamán indio, la situación no puede resultar más paradójica.

Bajo el Signo de Capricornio

Pif ofrece a Pratt la posibilidad de realizar una serie. Pratt decide reutilizar o reconvertir la figura del marino de La balada para que pase a ser el protagonista de una nueva serie de aventuras. Junto a Siempre un poco más lejos, Bajo el signo... engloba un total de once historietas cortas protagonizadas por Corto Maltés y realizadas a principios de los años 70.
A pesar de haber tenido cierto protagonismo La balada del mar salado, Corto Maltés aparece recreado casi desde cero en este título. Así se nos hace ver desde la primera viñeta en la que el narrador dice sobre Corto: “a primera vista se ve que es un aventurero”. Es por tanto un Corto que se está haciendo. Pratt aún no imagina los orígenes de su personaje más famoso y tampoco acierta a adivinar la repercursión del mismo dentro del 9º Arte. El Maltés se va creando como una persona irónica, dura, pero no tanto como lo era en La balada donde su fuerte carácter se veía ligeramente difuminado por los tópicos del género.
En estas historias Pratt nos va a mostrar su conocimiento sobre la macumba sudamericana. Corto, seguramente al igual que Pratt, se muestra bastante escéptico a creer en los hechos mágicos que experimenta y de los que es tesigo. Aún así entre el escepticismo y la ironía encuentra un lugar para valerse de la magia negra en un movimiento del tipo no creo en ello pero por si acaso.
La primera historia nos presenta al Profesor Steiner y a Tristán Bantam que viene arrastrando tras de sí dos situaciones que buscan solución. En primer lugar está el tema de la herencia de su difunto padre. Tristán, tras la muerte de su padre, acude a Brasil para encontrarse con su hermanastra, Morgana. Por otro lado pretende continuar la búsqueda infructuosa de su difunto padre, quien había acudido al continente americano en busca nada más y nada menos que del Continente perdido de Mú. Corto se implica en este historia como quien no quiere la cosa amparándose en que no tiene otra cosa que hacer. Pero lo cierto es que Corto se implica, aunque no lo reconocería ni bajo tortura, porque ve que Tristán se encuentra en gran peligro siendo el objetivo central de una serie de personajes dispuestos a arrebatarle la herencia de su padre, y de paso la vida, encabezados por el abogado Milner.
Corto pasa a ser una especie de protector para el joven con la colaboración de ese curioso personaje que es Steiner. El viejo profesor alcohólico y solitario que encuentra en el Maltés, y en el aura de aventura que le rodea, una tabla de salvación para salir tanto de su adicción como de su hastío vital. La búsqueda Mú une a esta serie de variopintos personajes a los que se van añadiendo otros como la hermanastra de Tristán, Morgana Bantam, y sobre todo Boca Dorada. Pratt en este conjunto de historias ya ensaya con las visiones oníricas que tan importantes serán en el devenir de la vida del maltés. Aunque de momento está carga onírica recae principalmente sobre el personaje de Tristán quien sueña para despertarse y comprobar que realidad y sueño no están tan separados. Poco a poco la magia irá ganando la partida a la razón.
Con la aparición de Boca Dorada se cambia de tercio de lo que parecía iba a ser una intensa búsqueda de Mú para pasar a adentrarnos en otra de las pasiones de Pratt: la Historia. Una Historia en la vuelve a situar a Corto como testigo activo. Boca Dorada tiene un papel determinante como agente británico en la lucha contra los alemanes. Aunque sus verdaderas intenciones son otras pretendiendo realmente liberar a su pueblo del colonialismo. Boca Dorada sirve además de un eje de unión entre lo real y lo fantástico. Es una mujer de aspecto casi juvenil para los más de cien años que debiera tener, una mujer que encandila a quien la mira y lo que es más increíble llega a hipnotizar a Rasputín (Mú). Boca Dorada se vale de Corto para ayudar a los cangaçeiros en su lucha revolucionaria. De testigo a partícipe, Corto se encarga de dar el liderato revolucionario a Corisco de Sao Jorge.
En «Volveremos a hablar de aquellos aventureros» nos encontramos con una nueva historia de piratas de corte clásico, mapa del tesoro repartido en cuatro naipes de marfil incluido. Nos cuesta averiguarlo pero al final tras juntar las cuatro cartas descubriremos que el tesoro está escondido en...

La Balada del Mar Salado

Soy el Océano Pacífico. El mayor de todos. Me llaman así desde hace mucho. Pero no es cierto que esté siempre así. A veces me enfado y la emprendo con todo y con todos. Hoy mismo acabo de calmarme de la última rabieta. Creo que barrí tres o cuatro islas y destrocé otras tantas cáscaras de nuez, de esas que los hombres llaman barcos...”
Con estas poderosas palabras comienza La balada del mar salado, la primera aventura en la que hizo aparición Corto Maltés. Nos encontramos en medio del océano pacífico , lugar donde transcurre toda la historia. Un pequeño catamarán comandado por Rasputín y tripulado por marineros de las Fidji avista una barca a la deriva donde dos jóvenes yacen exhaustos.
Curiosamente Rasputín entra en escena antes que el mismo Corto. Rasputín, un personaje al que sólo le importan dos cosas: el dinero y la aventura, todo ello regado con una absoluta falta de ética y moralidad. Así, de no ser por Cráneo que controla todos sus movimientos, enseguida habría acabado lanzando a los jóvenes naúfragos a los tiburones. Tras la aparición de Corto "Raspa" se ve más sujeto a las normas y a ese, al parecer, único sentimiento humano que experimenta: la amistad. Como es lógico la amistad que vive Rasputín es una amistad esquizoide de todo-nada pero Corto que le conoce desde mucho antes de los hechos que se narran en el álbum (ver La Juventud) sabe vadear el carácter torrencial de su “amigo” Rasputín.
Inmersos en esta peculiar situación, rodeados de piratas en un pequeño catamarán sin posibilidad de huida, se despierta Caín junto a su prima Pandora. Ambos son Groovesnore, una familia de armadores que dominaba buena parte de los mares del sur. A partir de aquí comienzan a vivir una aventura única donde se ven embarcados en medio de actos de piratería para robar carbón a los aliados y vendérselo a los alemanes mientras el mundo se prepara para afrontar la primera guerra mundial.
En la isla de “La Escondida” se encuentran con “El Monje”, el misterioso personaje que controla todos los movimientos de piratería de la zona desde hace al menos un siglo. De él poco sabremos hasta el final revelador donde Pratt aporta las piezas que permiten entender el conjunto de actitudes maníacas que le sobrevevienen a este personaje en presencia de los dos jóvenes, sobre todo de Pandora.
El océano, los piratas, naufragios, misterios y la búsqueda de un tesoro que brilla por su ausencia son los elementos de esta gran aventura. La primera pero una de las más grandes aventuras que realizara Pratt con el personaje de Corto. En esta historia el maltés no cobra especial protagonismo y todos los personajes están realmente bien trabajados, cada uno es único y además evoluciona a lo largo de la aventura que no olvidemos abarca prácticamente el período de un año.
Corto apareció en sociedad en el número 1 de la revista italiana Sgt. Kirk, Julio de 1.967. Realizada en un maravilloso blanco y negro va apareciendo por entregas en los números 1, 4 al 15 y 17 al 20. En Italia estas historias no se verían recopiladas en un tomo, finalmente titulado Una Ballata del Mare Salato, hasta 1.977 siendo éste álbum coloreado por Mariolina Pasqualini. Una obra maestra del cómic que se fue haciendo poco a poco y sin un final definido previamente con una única intención, la de recrear la inmesidad de un Océano Pacífico, por aquel entonces desconocido para Pratt, basado en los libros de Conrad, Stevenson, Stackpole... las películas de piratas de los años 60, especialmente Rebelión a bordo o incluso otros cómics como Terry y los piratas de Milton Caniff o Capitán Cormorant del propio Hugo Pratt. Tal vez por eso todos reconocemos las olas que Pratt dibuja, al ser el Océano con el que alguna vez hemos soñado, alejado de la realidad pero lleno de aventuras.

La Juventud de Corto Maltes

Tras la posibilidad de realizar una historia sobre Corto en el diario Le Matin, Pratt decide centrarse en la Juventud de Corto. Al parecer el director Claude Perdriel pidió a Pratt trabajar al modo americano y realizar una tira diaria que se completaba con una página a color los fines de semana.
Bajo estas condiciones la aparición de Corto Maltés en la historia habría de aplazarse para coincidir con una de esas planchas a color. Mientras, en el diario se publicaban otros títulos junto a las tiras del maltés cosa que a Pratt no le gustaba para nada y esto, junto a otra serie de desavenencias con el director , hizo que Pratt optara por terminar rápidamente la aventura, de ahí su brevedad.
Al leer este título nos da la sensación de estar ante la juventud de alguien que apenas aparece, sería más correcto haberlo titulado “La Juventud de Rasputín” pues éste personaje es quien más aparece con un aspecto inusual por lo lampiño. Otro personaje importante de la historia es Jack London, a quien Corto dice conocer en Siempre un poco más lejos. Se cierra así otro de esos círculos que dan credibilidad a las historias del maltés.
Corto Maltés tiene aquí diecisiete años, aunque parece más maduro de lo que correspondería a un chico de su edad. Pratt justifica dicha madurez como el resultado de una forma de vivir repleta de experiencias vitales. Así el autor funde la biografía de Corto con la suya propia recordando su propia juventud en Etiopía donde estuvo en un campo de prisioneros siendo un joven soldado. Aunque esto no es algo nuevo sino que se repite en las historias cronológicamente posteriores a ésta. Corto también se verá influido por la fuerte personalidad de su creador y cuando cuenta tan sólo con 25 años ya se comportará y hablará como una persona de mayor edad.
La historia empieza con una batalla, una terrible batalla de la época de trincheras, como en la Gran Guerra de Europa. El primer bocadillo no se lee hasta la última viñeta de la primera plancha: «Escuchad, el toque de silbato que esperábamos, LA GUERRA HA TERMINADO», pero un soldado ruso dispara contra un oficial japonés y vuelve a empezar el tiroteo. ¿Quien pensáis que puede ser ese soldado ruso?, bueno para ser más exactos estaba en la sección de siberianos, pues el único posible, el buen amigo Rasputín que dispara simplemente porque nadie le ha pedido su opinión para firmar el armisticio. No conforme con haberla liado matará también a su capitán para luego desertar. Un joven Rasputín sin barba pero ya con el gatillo muy flojo.
A Corto no se le ve la cara hasta la plancha 50, digo la cara porque aparece por primera vez en la plancha 49 vestido de Samurai. La historia tiene un total de 65 planchas, según la última edición francesa, revisada y coloreada por Patricia Zanotti que aún no conoce una edición actual en España. Jack London pide a Corto ayuda para salvar a Rasputín y se da el primer encuentro de los dos personajes a través de una ventana. Después de esto Corto y su nuevo amigo comenzarán juntos una larga travesía por mar que se perpetuará en una amistad duradera.
En definitiva la que podría haber sido la mayor historia de Corto pasó a ser la más corta del marino. Tras la guerra Ruso-Japonesa la continuación iba a estar centrada en África con la búsqueda de las Minas del Rey Salomón.
No soy capaz de imaginar cuántas buenas historias podríamos haber leído de existir acuerdo entre Pratt y Perdriel. Hay que recordar que entre los hechos que se narran aquí y lo acontecido en La Balada transcurren más de 7 años, y eso es mucho tiempo para un personaje como Corto que está generando historias casi de continuo. Pero las circunstancias de la vida impidieron disfrutar con más aventuras de la juventud y nos tendremos que conformar con las pocas planchas comentadas mientras esperamos una pronta reedición española de este título anteriormente publicado por primera vez en la revista Tótem Aventuras y viajes. En Francia e Italia este título ha sido reeditado en varias ocasiones.

Corto Maltés - Biografía

Hugo Pratt ideó la figura de Corto Maltés como nacido el 10 de julio de 1887 en La Valeta (Malta). Su padre era un marino británico procedente de Cornualles y su madre era una gitana, apodada "la niña de Gibraltar", nacida en Sevilla. Debido al Origen de su padreCorto Maltés es un súbdito británico. Su residencia oficial está en La Antigua, en las Antillas, pero su residencia preferida se encuentra en Hong-Kong. Corto Maltés vivió buena parte de su infancia en Córdoba.

La primera aparición de Corto se da en el título La balada del mar salado (Norma Ed.) Donde el maltés es recogido del agua por su amigo Rasputín. En este cuento, narrado por el propio océano, el protagonista nos da una pequeña pista de sus orígenes. Narra cómo una amiga de su madre, una gitana llamada Amalia, se interesa por leer el porvenir del joven en la línea de la fortuna de su mano. Pero se da cuenta de que Corto no posee esta línea, esto hace que el muchacho se impresione mucho y decida hacerse su propio destino. Con la cuchilla de afeitar de su padre se hizo una línea de la fortuna a su gusto.
Pero anteriormente a esta aventura sucedieron otros hechos, así en el año 1900 Corto Maltés viaja a China, en plena guerra de los Boxers (Junio-Agosto, 1900). Y realiza su primera acción bélica destruyendo un cañón. Corto Maltés contaba entonces con trece años de edad. (Este episodio fue relatado por el asistente de Hugo Pratt, Rafael Vianello y autentificado por el autor). En la revuelta de Manchuria, a finales del año 1904, durante la guerra ruso-Japonesa (febrero 1904- Septiembre 1905), contrae amistad con Jack London que era entonces corresponsal de guerra. Conoce también a Rasputín, un desertor de la armada zarista, con el que se embarcará hacia África en busca de las minas de Oro de Etiopia. (La Juventud 1904-1905, Ed. New Comic) Pero se produce un motín en el barco y acaban yendo hacia Argentina, a donde arriban en 1905. En la Patagonia Corto y Rasputín se encuentran con Butch Cassidy, Sundance Kid y Etta place, los famosos fuera de la ley en los Estados Unidos.
En 1907 Corto está en Italia, en Ancona, donde conoce a un tal Djougatchvili, el futuro Stalin, que era entonces un modesto portero de un hotel. Gracias a esta amistad, Corto saldrá sin perjuicio de un mal paso, 14 años después, en La Casa Dorada de Samarkanda (Norma Ed).
Vuelve a Argentina en 1908, donde se reencuentra con Jack London. Entre 1908 y 1913 Corto hace escala en Marsella, en Túnez, en Las Antillas, va a Nueva Orleans, a la India y de Nuevo a China. Para Juan Antonio de Blas, un especialista en la obra de Hugo Pratt, Corto es en 1910 oficial de segunda en el Bostonian, un navío que hace la ruta entre Boston y Liverpool. A bordo del mismo Corto emprende la defensa de John Reed, futuro dirigente de la internacional comunista, que entonces no era más que un grumete, acusado por el capitán del barco de haber provocado la muerte de otro grumete. Corto consiguió la inocencia de Reed a la hora del proceso pero pagando el precio de pasar a formar parte desde entonces de la "lista negra" de capitanes.
Por lo que Corto se convierte en un pirata. En el año 1913 trabaja para el misterioso "Monje" en el Pacífico Sur. El 31 de Octubre se amotina la tripulación de Corto (con el fin de robar el armamento que transportaban) y es abandonado en medio del mar flotando a la deriva crucificado en una plancha de madera. A la mañana siguiente el 1 de Noviembre de 1913 es rescatado por Rasputín, como comentamos más arriba, que también forma parte de la organización secreta del Monje. Éste es el comienzo de La Balada del Mar Salado y es la primera aparición de Corto Maltés dentro de la obra de Hugo Pratt.
Una vez llegan a la imaginaria isla de la Escondida (169º de longitud oeste y 19º de latitud sur) Corto Maltés y sus compañeros de aventura se enteran por medio del Monje del comienzo de la Guerra en Europa. Comenzarán así a traficar carbón en beneficio de los barcos alemanes. En esta aventura se ven implicados también Pandora y Caín, dos jóvenes primos que son rescatados por Rasputín y que luego querrá utilizar como rehenes para un posible rescate. Y un día cualquiera de Enero de 1915 Corto Maltés y Rasputín dejan La Escondida en dirección a la isla de Pitcairn.
Comienzan las aventuras sudamericanas que pertenecen al ciclo Bajo el signo de Capricornio y Siempre un poco más lejos. En 1916, Corto Maltés, en compañía del profesor de la Universidad de Praga Jeremías Steiner y de un joven llamado Tristán Bantam, hace el trayecto de Paramaribo, Saint-Laurent-du-Maroni, en Brasil va a Salvador de Bahia y a la desembocadura del Amazonas. En 1917 se traslada a Saint-Kitts en las Antillas, a las Honduras-Brtiánicas (Belice), a Maracaibo en Venezuela, a Honduras, a las Barbados, entra en el delta del Orinoco y en la selva amazónica peruana.
Corto atraviesa el Atlántico y llega a Europa en el año 1917. Las célticas comienzan en Venecia. Después va al mar Adriático durante la batalla de Carporetto (24 Octubre 1917), a Dublín dentro de una Irlanda en lucha por la independencia y a Stonehenge, en Inglaterra, en medio de las hadas y los cuervos charlatanes en el título Sueño de una mañana de invierno. En la primavera de 1918 Corto se halla en Francia donde asiste el 21 de Abril al final del Barón Rojo, abatido en el cielo. Las playas del mar del Norte ponen el fin a las Célticas.
Cuando comienzan las etiópicas han pasado unos 12 meses como mucho, Corto Maltés se encuentra en Yemen. Cush el Guerrero Danakil, hace su aparición dentro del primer episodio En el nombre de Alá compasivo y misericordioso. El 13 de Septiembre pasa a la Somalia Británica, en Un tiro desde las chumberas. Vuelve a Etiopía (en De otros Romeos y de otras Julietas), después realizará una incursión en el África Oriental alemana junto a los hombres leopardos.
Vuelve a Hong-Kong, donde Corto vive en un barrio "de mala fama, en la parte baja... una zona llena de ladrones y de mujeres guapas". Corto se entera del final de la guerra el 11 de Noviembre de 1918. También se encuentra allí Rasputín, dentro de un gran impermeable, impaciente por vivir nuevas aventuras. Así comienza Corto Maltés en Siberia. Comandados pro una sociedad secreta china, Las linternas Rojas, parten en busca de un conboy cargado de oro propiedad de la familia imperial rusa. Pero no será tarea fácil, porque es transportado en un tren blindado bajo el mando del almirante Kolchak. En 1919, Corto llega a Shangai, tras atravesar tres fronteras: Manchuria, Mongolia y Siberia. Una zona bastante problemática durante esta época, porque es el lugar de enfrentamiento entre los bolcheviques y las tropas de Rusia mantenidas por las potencias occidentales. Corto vuelve a encontrarse con Von Ungern-Sternberg, el barón loco, siempre buscando la gloria en sus locuras. Tras la destrucción del tren del general Tchang en febrero de 1920 Corto vuelve a su casa de Honk-Kong. Ésta aventura asiática termina dentro de la provincia china de Jiangxi, en abril de 1920.
Tras volver de Asia, Corto Maltés hace escala en Venecia entre el 19 y el 25 de Abril. Para vivir una historia que parece sacada de una obra de teatro: Fábula en Venecia. En la siguiente aventura aparece en Rodas en busca de un nuevo tesoro. Corto llega a la isla del mar Egeo en Otoño. Aquí comienza un nuevo periplo a través de Asia que le conducirá desde las costas turcas a las montañas afganas. Durante cerca de un año Corto parte a la búsqueda del tesoro de Alejandro el Grande. Desembarca en Adana, atraviesa Turquía hasta Van tras cruzar Azerbajian. Ahí es detenido por los soldados de la Armada Roja, se libra de ser fusilado por un comisario del pueblo un tanto expeditivo gracias a una llamada de teléfono a Stalin, a quien Corto había conocido años atrás. A continuación Corto atraviesa el mar Caspio desde Bakou a Krasnovodsk. Y además se reencuentra con Rasputín dentro del emirato de Boukhara. En Tadjikistan, los dos protagonistas serán testigos de la muerte de Enver Pacha, el 4 de Agosto 1922. Finalmente llegan a Afganistán donde se encuentra el tan buscado tesoro. La casa dorada de Samarkanda llega a su fin cuando Corto y Rasputín atraviesan la frontera de Pakistán en compañía de una colonia de soldados británicos.
Junio de 1923, Corto Maltés está en Argentina. En Tango Corto investiga sobre la desaparición de Louise Brookzowyc, quien había aparecido en Fábula de Venecia. Él deberá tener cuidado con la organización "Warsavia" (o Varsovia), una red de prostitución para la que trabajaba la joven mujer. Corto se reencuentra con Butch Cassidy y Esmeralda, viejos conocidos y acabará con Estévez, el jefe de la policia responsable de la muerte de Louise. Deja Argentina la noche del 20 de Junio.
En 1924, Corto Maltés se pasea por los cantones suizos. Recogido en Las Helvéticas. Con el profesor Steiner va a Montagnola junto al escritor Herman Hesse. A pesar de su escepticismo, Corto se confronta con la imaginación suiza. Soñando él bebe el filtro de Paracelso y se vuelve inmortal. Nos queda la duda... ¿Era en verdad un sueño?
En 1925 Corto Maltés, invitado por Leví Columbia, parte en busca de la Atlántida, el continente de Mú junto a Rasputín. En lo que sería la última aventura de Corto publicada.
En Diciembre de 1928 Corto se encuentra en Harar, Etiopía, acompañado del novelista Henry de Monfreid y del paleontólogo y teólogo Teilhard de Chardin. Una acuarela de Hugo Pratt aparecida en la Revista Corto lo atestigua. En 1936 se alista en las Brigadas internacionales y es partícipe por última vez de aventuras románticas en la guerra de España. En 1941, Cush dentro de la obra Los Escorpiones del desierto cuenta: "parece ser que desapareció durante la guerra de España". Pero desaparecer no quiere decir morir.
Por otra parte Corto no muere durante la guerra de España. Así es la voluntad de Hugo Pratt. Una voluntad mantenida a lo largo de sus numerosas entrevistas. Y el lector no puede dudar debido al comienzo introductorio de La Balada del mar salado donde aparece una pequeña carta fechada en 1965 que hace referencia a otra carta previa, firmada por Pandora en la que se cuenta que Corto y Tarao viven en la costa, y que son como tios para los hijos de Pandora. También comenta que Corto se haya muy afectado por la muerte de Tarao "veo al tío Corto ir a sentarse sólo al jardín, frente al mar, con la mirada perdida..."
"En un mundo donde todo es electrónico, donde todo se encuentra calculado e industrializado, no hay lugar para un tipo como Corto Maltese". Hugo Pratt, citado en la obra de V. Mollica y M. Paganelle, Pratt, 1980.

Bibliografía sobre Hugo Pratt

Dedicated to Corto Maltese. Kesselring, 1985. Para la edición francesa a partir de la edición original del Grifo (1981). Distintos dibujantes y gente de los tebeos se reunen en este libro para hacer un homenaje al marino, como Tardi, Moebius, Micheluzzi, Manara, etc., realizando textos y dibujos como homenaje al marino creado por el maestro de Malamocco.
.
De l´autre côté de corto. Casterman, 1990. Dibujos, fotos, historietas y entrevista de Dominique Petitfaux.
.
En attendant Corto. Vértige Graphic, 1996. Proviene de una traducción del italiano, Aspettando Corto, edición original, articulos, fotos y muchos dibujos muy bien editados.
.
Femmes, Hugo Pratt. Edizioni Rem, 2000. Es curioso porque este libro viene en italiano y frances a la vez, ilustraciones y comentarios sobre las mujeres de las aventuras de Pratt.
Hugo Pratt. Editori del Grifo, 1986. Catálogo de la exposición en el Grand Palais de Paris del 8 de Marzo al 21 de Abril de 1986, dentro de las manisfestaciones Venise à Paris, organizado por el Ministerio de Cultura francés y el Ayuntamiento de París. Dibujos, planchas y acuarelas del autor.
.
J´avais un rendez-vous. Vertige Graphic, 1995. Traducción del italiano Avevo un apunttamento, edición original, articulos, fotos y dibujos, para este libro el maestro realizó tres historias cortas de Corto como bocetos todo en acuarelas muy famosas y muy bonitas:Vuelta a Yap; Ayer o hoy?; y Quien es Usted?;, ésta última es el primer encuentro entre el monje y Corto.
.
Le Désir d´être inutile, Robert Laffont. Colección Vecu 1991. Entrevista de Dominique Petitfaux, fotos, ilustraciones, etc.
.
Les balades de Corto Maltese. Casterman, 1999. Es una guia turistica de Venecia, con el aliciente de tener muchas ilustraciones de Pratt y de los escritores, Guido Fuga y Lele Vianello, colaboradores ambos de Pratt en numerosas ocasiones.
.
Les femmes de Corto Maltese. Casterman, 1994. Repaso a las mujeres más relevantes aparecidas en las aventuras de Corto. Pratt realizo algunas acuarelas para la edición de este libro escrito por Michel Pierre.
.
Lettres d´Afrique. Edizioni Nuages, 1991. El libro se compone por las cartas enviadas por el escritor Arthur Rimbaud desde Africa, a sus familiares,amigos e incluso el pedido a una libreria, en el original en frances y su traducción al italiano, todo ello ilustrado con acuarelas de Hugo Pratt, un total de 10 acuarelas.
.
Poèmes. Vertige Graphic, 1993. Poemas de Rudyard Kipling ilustrados por Hugo Pratt, los poemas están en idioma original (inglés) junto a su traducción al francés por Dominique Petitfaux. Contiene 30 acuarelas de Pratt de gran belleza.
.
Pratt S.E.D.L.I., Jacky Goupil editeur, 1984. Traducción del original Editori del Grifo de 1980. El autor narra distintas facetas de su vida y su obra y en la segund parte distintos personajes (desde autores amigos hasta su librero), hablan del maestro de Malamocco. Edición en blanco y negro conteniendo algunos dibujos inéditos, acuarelas y fotos.
.
Pratt. Seghers, 1987. Perteneciente a la colección "Les auteurs par la bande", otros titulos de la colección son Bilal, Goscinny, Herge... El librito está escrito por Claude Moliterni, se compone de un repaso a la obra y vida de Pratt y una larga entrevista al autor. Además cuenta con una excelente bibliografía, contiene numerosos dibujos y fotografías, realmente ameno e interesante.
Pratt 50 Editorial Visualprint, 1980. Traducido al frances y editado por Glenat en 1981, contiene una entrevista con Vicenzo Mollica y trabajos poco conocidos del autor.
Pratt 60. Editorial Visualprint, 1980. Traducido al frances y editado por Glenat en 1981, contiene una entrevista con Vicenzo Mollica y trabajos poco conocidos del autor.
.
Sonnets érotiques. Vertige Graphic, 1998. Sonetos de Giorgio Baffo, poeta veneciano, ilustrados por Hugo Pratt.
.
Un Cuore Garibaldino. De Agostini, 1.992. Libro editado por el centenario del Partido Socialista Italiano en el se incluye una aventura titulada como el libro, de 49 planchas, centrada en la Segunda Guerra Mundial, además de acuarelas y de un repaso por parte de Arrigo Petacco de los cien años del Partido.
.
Viaggiatore incantato. Electa, 1996. Catalogo de la exposición del 23 de Abril al 14 de Julio de 1.996 en Venecia, Galleria d´Arte Moderna Ca´Pesaro, articulos, fotos, planchas y acuarelas, en general el catalogo de una exposición de la obra de Hugo Pratt.

Hugo Pratt - Biografía

Hugo Pratt nació el 15 de Junio 1927 en una localidad muy cercana a la ciudad italiana de Rimini. Aunque él mismo se consideraba veneciano al pasar su infancia en ésta ciudad. No hay más que leer un par de obras del autor para descubrir la fascinación que le producía Venecia, seguramente asociada a las imágenes de su infancia de aventuras e imaginación vividas en cada rincón de la ciudad junto a la lectura de libros y cómics.

1937 Tuvo que ir a una colonia italiana en Etiopía con su madre, donde estaba trabajando su padre. Comienza así a conocer otra cultura empapándose de los cuentos y la historia de África. Se hace amigo de Brahane, un joven etiópe que había luchado contra los Italianos y que era el criado de los Pratt. Gracias a ésta amistad Hugo aprende el Abisinio, el swahili y se inicia en las tradiciones del pais. Comenzando así a adquirir una de las características que años más tarde plasmaría en Corto Maltés y el resto de su obra, el respeto por todas las culturas.
1941 Su padre le enrola dentro de la policia colonial encargada de reprimir a los independentistas abisinios. Hugo es testigo de la entrada en Addis-Abeba de las tropas del emperador Hailé Sélassié y del coronel Wingate. Es hecho prisionero y llevado a un campo antes de ser repatriado a Italia en un buque de la Cruz Roja.
1944 De nuevo en Venecia, controlada por los alemanes, es arrestado por las SS que le toman por un espía sudafricano. Como es contrario a enrolarse en la policía marítima del Reich deserta para unirse al bando de los Aliados. Comienza a trabajar de intérprete y se hace el responsable de la organización de los espectáculos para los soldados.
1945 La Guerra ha finalizado. Hugo Pratt comienza su carrera como dibujante en la revista Albo Uragano creada por Mario Faustinelli. Formando parte así del "Grupo de Venecia" compuesto por el guionista y novelista Alberto Ongaro y los dibujantes Fernando Carcupino, Bellavitis, Ivo Pavone, Paolo Campani, Rinaldo D´Ami y Dino Battaglia. En esta época su dibujo está muy influido por los cómics americanos, él mismo reconocía su admiración por Milton Caniff. De esta publicación nace el primer personaje conocido, en el que participa Pratt como dibujante bajo guión de Alberto Ongaro, Asso di Picche (As de Picas). Que contaba las aventuras de un periodista que por la noche se envolvía en una gran capa negra que tenía As de Pique bordado y se dedicaba a impartir justicia en la ciudad de San Francisco.
Desde 1947 hasta 1949 Asso di Picche se continuó publicando en una revista homónima. Durante este periodo en Albo Uragano realizo otra serie de historias, con Mario Faustinelli realizó Ray e Roy (1946), Silver Pan (1947), Indian River (1948) y April e il fantasma (1949).
1949 As de Picas se publica en Argentina en la Revista Salgari, el propietario de la editorial Abril, Cesar Civita, invita a Pratt y Faustinelli a que trabajen para él. No lo dudan y acuden todos los componentes del "grupo veneciano" a excepción de Bellavitis y Battaglia. Durante los años que permanece en América del sur Pratt atraviesa la Pampa, traba amistad con el cantante de jazz Dizzy Gillepsie, canta en una orquesta... Pero sobre todo reliza muchísimos dibujos así como diversos guiones. Participó en series como Junglemen (1950), El cacique blanco (1951), y Legión extranjera (1953). Con guión de A. Ongaro.
1953 Vuelve a Venecia y contrae matrimonio con Gucky Wogerer, de origen Yugoslavo. Tuvieron dos hijos, Lucas y Marina y se divorciaron en 1957.
En esta época conoció a Hector Oesterheld, y comenzó a dibujar sus series más importante hasta ese momento: Sargento Kirk (1953-1959), Ticonderoga (1957) y Ernie Pike (1957). Estos dos últimos dentro de la Editorial Frontera. Las colaboraciones con Oesterheld representan un punto de inflexión dentro del estilo de dibujo que Pratt había mantenido hasta el momento. Se alejó de los modelos norteamericanos y comenzó a desarrollar su propio estilo, tanto a nivel gráfico como narrativo, desembocando en la realización de series propias como Ana de la Jungla (Ann y Dan, 1959), El Capitán Cormorant (1962) y Wheeling (1962), siendo esta última secuela de Ticonderoga.
1957 Se casa en Méjico con Anne Frognier (que le servirá de modelo para Ana de la Jungla). Ésta relación se rompió al comienzo de los años 70.
1960 Pasa un año en Londres realizando historias bélicas para la agencia Fleetway Publications.
1961 Se traslada a Brasil, donde colabora con Enrique Lipszyc en la creación de la Escuela panamericana del Arte.
1962 Regresa a Italia, dado que la crisis económica en Argentina no le permite continuar trabajando como dibujante. Aunque continuará realizando numerosos viajes a América del Sur para visitar a la hija que tuvo con una mestiza y a un hijo que tuvo tras una estancia entre los indios Xavantes (de Brasil). Pratt trabaja entonces como dibujante para la publicación infantil Corriere dei Piccoli hasta 1967.
1964-1965 Nacen Silvina (1964)y Jonas Pratt (1965)en Buenos Aires (gracias a Silvina por la corrección)
1967 En Febrero de este año Hugo Pratt conoció a Fiorenzo Ivaldi, un rico promotor inmobiliario admirador de la obra de Pratt. Ivaldi propuso entonces a Pratt realizar una lujosa revista de cómics con el fin de editar la totalidad de la obra que había realizado en Argentina. En Julio apareció el primer número de esa revista que titularon Sgt. Kirk. En sus páginas nació Una ballata del mare Salato (La balada del mar salado), comenzando así lo que pasaría a ser el ciclo de aventuras de Corto Maltés y uno de los hitos más importantes en la historia del Comic.
1969 Diciembre. La publicación Sgt. Kirk desaparece por desacuerdos entre los miembros fundadores. Hugo Pratt continúa con la serie Los escorpiones del desierto en las páginas de la revista Alter Linus.
1970 Pratt se instala en Saint-Germain en Laye, y más tarde en París. Los cinco primeros años de esta década Pratt los dedica a su personaje más famoso: Corto Maltés cuyas aventuras fueron publicadas en la revista francesa Pif. A finales de los setenta las ventas de sus álbumes son ya bastante importantes. En esta etapa se dedica a experimentar en sus creaciones narrativas hasta llegar aCorto Maltés en Siberia (1974) donde esa experimentación recoge sus mejores frutos.
1975 De nuevo retoma otra de sus obras, en este caso Los escorpiones del Desierto, en el título Piccolo chalet... gaio como te, a la que volvería a regresar en 1980 con la tercera parte, Avvocati in Dancalia.
1977-80 Dos nuevas aventuras de Corto Maltés, Fábula de Venecia, y La casa dorada de Samarkanda
1981 Comienza la publicación de La Juventud.
1983 Escribe Verano Indio, dibujado por Milo Manara.
1984 Lanza una nueva serieCato Zulú. Se instala en Grandvaux en Suiza en una casa lo suficientemente grande como para contener sus 30.000 libros.
1987 Hugo Pratt ya es un fenómeno cultural, un mito. Se le dedican exposiciones y numerosos artículos. Intelectuales como Umberto Eco hacen el prefacio de sus obras. Gracias a todo esto el cómic, en general, comienza a tenerse en cuenta como algo serio, a ser considerado por fin como un arte. Pratt entra en la enciclopedia y su obra se hace objeto de estudios universitarios.
1991 Vuelve a colaborar con Manara en El Gaucho.
1995 El 20 de Agosto Pratt fallece debido a un cáncer de intestino en Pully, cerca de Lausanne.
1999 Se publica su obra póstuma Morgan.
Obras
Asso di Picche / L'As de pique / As de picas.
Sargento Kirk.
Ticonderoga (1957-1958), con guión de Héctor Oesterheld.
Ernie Pike (1957-1959), guión: H. Oesterheld.
Fanfulla.
Ana de la jungla / Ann y Dan / Anna nella giungla / Ann of the Jungle / Ann de la jungle (1959).
Capitan Cormorant (1962).
Wheeling (1962).
Corto Maltés / Corto Maltese (1967-92):
La balada del mar salado / La Ballade de la mer salée (1967).
Bajo el signo de Capricornio / Sous le signe du Capricorne (1970).
Siempre un poco más lejos / Corto toujours un peu plus loin (1970).
Las célticas / Les Celtiques (1971).
Las etiópicas / Les Ethiopiques (1972).
Corto Maltés en Siberia / Corto sconta detta Arcana / Corto Maltese en Sibérie (1974).
Fábula de Venecia / Favola di Venezia - Sirat Al-Bunduqiyyah / Fable de Venise (1977).
La casa dorada de Samarcanda / La casa dorata di Samarcanda / La Maison dorée de Samarkand (1980).
La juventud / La Jeunesse de Corto (1981).
Tango (1985).
Las helvéticas / Elvetiche / Les Helvétiques (1987).
Mu (1988).
Gli scorpioni del deserto / Les Scorpions du Desert / The Scorpions of the Desert (1969-92):
Les Scorpions du désert [episodio 1] (1969-73).
Piccolo chalet... (1975).
Vanghe Dancale (1980).
Dry Martini Parlor (1982).
Brise de mer (1992).
Sven - L'homme des Caraïbes (1976).
La mancumba del gringo / La macumba du Gringo (1977).
Al oeste del Edén / À l'Ouest de l'Éden (1978).
Jesuita Joe / Jesuit Joe (1980).
Tutto ricominciò con un'estate indiana.
Cato Zulu (1984-88).
El Gaucho (1991), dibujos: Milo Manara.
Saint-Exupéry - El último vuelo / Saint-Exupéry - le dernier vol (1994).
Morgan (1995).
Verano indio, dibujos: Milo Manara.
Obtenido de "
http://es.wikipedia.org/wiki/Hugo_Pratt"